Aves de la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello: voces del bosque andino
La Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello, en la región de La Araucanía, es uno de los destinos más fascinantes para el avistamiento de aves en el sur de Chile. Con una combinación única de bosques de araucaria, humedales de altura y paisajes volcánicos, este santuario natural alberga decenas de especies de aves, muchas de ellas endémicas o propias del bosque templado andino.
Ya sea que recorras senderos como Laguna La Totora, El Coloradito o Cráter Navidad, el canto de las aves te acompañará desde el amanecer hasta el atardecer. A continuación, te presentamos algunas de las especies más representativas.
Carpintero negro (Campephilus magellanicus)
Este impresionante pájaro es uno de los más buscados por los observadores. Con su plumaje negro y el llamativo copete rojo en los machos, se escucha antes de verse: su tamborileo en los troncos de coigües y lengas es un sonido característico del bosque maduro. El carpintero negro es una especie clave en el ecosistema, ya que crea cavidades que luego son usadas por otras aves y mamíferos.
Chucao (Scelorchilus rubecula)
Difícil de ver, pero fácil de escuchar, el chucao emite un canto potente y rítmico que resuena entre los arbustos. Esta ave pequeña y robusta prefiere los sectores de vegetación densa, como los márgenes de senderos boscosos. Su pecho anaranjado y su mirada inquieta lo convierten en un símbolo del sotobosque.
Cóndor andino (Vultur gryphus)
En las alturas de la Sierra del Colorado o desde el mirador de El Coloradito, no es raro ver cóndores planear en círculos sobre las corrientes térmicas. Estas majestuosas aves carroñeras, con alas que superan los tres metros de envergadura, son parte del paisaje de altura de la reserva y un verdadero emblema de la cordillera de Los Andes.
Rayadito (Aphrastura spinicauda)
Pequeño, veloz y muy activo, el rayadito es fácil de encontrar en grupos familiares, saltando entre ramas finas en busca de insectos. Se reconoce por sus líneas blancas en la cabeza y la cola larga. Es una de las aves más comunes de los bosques templados del sur de Chile.
Patos silvestres y aves acuáticas
En sectores como Laguna La Totora o pequeñas vegas de altura, es posible observar distintas aves acuáticas como:
- Pato jergón grande (Anas georgica)
- Tagua común (Fulica armillata)
- Pato real (Anas sibilatrix)
Estas aves encuentran en los humedales de la reserva un refugio tranquilo y seguro para nidificar y alimentarse.
Otros habitantes alados del parque
El listado de aves en la reserva incluye también al tordo, diucón, picaflor chico, colilarga, aguilucho, cernícalo, y en sectores más altos, bandurrias y cometocinos. La diversidad de hábitats dentro del parque permite una rica mezcla entre especies de bosque denso, matorrales y zonas abiertas.
Un paraíso para observadores de aves
Para quienes disfrutan del birdwatching, la Reserva Nalcas-Malalcahuello es un sitio privilegiado. Caminar en silencio, con binoculares y una guía de campo, permite encuentros memorables. Además, muchos senderos cuentan con carteles interpretativos y miradores ideales para detenerse a observar sin perturbar.
Las aves de Malalcahuello no solo enriquecen el paisaje con sus colores y cantos, sino que son parte vital del equilibrio del ecosistema. Observarlas es una forma de conectar con lo más profundo de la naturaleza, entender sus ritmos y recordar que aún existen lugares donde la vida silvestre canta libre.