Árboles de la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello: gigantes del bosque andino
La Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello, ubicada en la Región de La Araucanía, es un verdadero santuario de árboles nativos del sur de Chile, muchos de ellos milenarios y emblemáticos del bosque templado andino. Caminar por sus senderos es ingresar a un ecosistema donde cada especie vegetal cumple un rol vital, ofreciendo refugio, alimento y equilibrio a una gran diversidad de fauna.
A continuación, te presentamos los árboles más representativos que puedes encontrar en esta reserva:
Araucaria araucana: la reina del paisaje
Conocida como pehuén en lengua mapuche, la araucaria es sin duda el símbolo vegetal de Malalcahuello. Árbol sagrado para el pueblo pehuenche, crece lentamente y puede superar los mil años de edad. Sus ramas simétricas y hojas en forma de escamas la hacen inconfundible.
Forma grandes bosques en las partes más altas de la reserva, especialmente en los sectores de El Coloradito, Sierra del Colorado y las laderas del Volcán Lonquimay. Su fruto, el piñón, es una fuente de alimento clave para roedores, aves y comunidades humanas.
Coigüe (Nothofagus dombeyi)
El coigüe es uno de los árboles más abundantes en los sectores bajos y húmedos de la reserva. De copa amplia y hojas verdes brillantes, puede alcanzar los 40 metros de altura. Es una especie pionera en regeneración de bosque y ofrece un hábitat esencial para aves como el chucao y el rayadito.
Lenga (Nothofagus pumilio)
Presente en cotas más altas, la lenga es un árbol de hoja caduca que tiñe el paisaje de amarillo, naranja y rojo durante el otoño. Tolera muy bien las heladas y las condiciones extremas de altura. Su corteza clara y sus ramas irregulares la distinguen dentro del bosque andino.
Ñirre (Nothofagus antarctica)
El ñirre es el árbol de menor porte entre los Nothofagus del parque, adaptado a suelos pobres y con buen comportamiento frente a la nieve. En primavera brota con hojas pequeñas y brillantes, mientras que en otoño se viste de rojo intenso. Es común verlo junto a arroyos o en zonas expuestas al viento.
Radal (Lomatia hirsuta)
Aunque menos dominante, el radal también forma parte del bosque mixto en la reserva. Se reconoce por su corteza rugosa y sus hojas con forma lobulada. Atrae insectos polinizadores y es una fuente de néctar para abejas nativas.
Bosques que hablan de historia y resistencia
Los árboles de Malalcahuello no son solo paisaje: son testigos del tiempo, reguladores del clima, productores de oxígeno y soporte de cientos de especies. Muchos de ellos han sobrevivido erupciones, nevadas, incendios y siglos de transformación humana. Algunos sectores incluso muestran procesos de regeneración natural, donde nuevos bosques están creciendo después de antiguos usos ganaderos y forestales.
Recorrer la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello es también conocer un mundo de árboles resistentes y sabios. Cada tronco, cada hoja y cada piñón cuenta una historia milenaria, entre volcanes y nieve, que sigue viva gracias a la conservación y al respeto por la naturaleza.