Animales


Mamíferos de la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello: vida silvestre en la cordillera

La Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello, ubicada en la Región de La Araucanía, es mucho más que paisajes volcánicos y bosques de araucarias milenarias. Bajo esa superficie espectacular se oculta una rica fauna silvestre, en la que destacan diversos mamíferos nativos, muchos de ellos poco visibles, pero vitales para el equilibrio ecológico del lugar.


El pudú: el pequeño habitante del bosque

Uno de los íconos de la fauna chilena que habita esta reserva es el pudú (Pudu puda), el ciervo más pequeño del mundo. De hábitos principalmente crepusculares y muy esquivo, este tímido herbívoro se esconde entre los densos renovales de coigüe, lenga y ñirre. Su presencia es un buen indicador del estado saludable del ecosistema, ya que requiere bosques húmedos, cobertura vegetal baja y tranquilidad para sobrevivir.


Zorro culpeo y zorro chilla: los carnívoros oportunistas

Dos especies de cánidos habitan la zona: el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), de mayor tamaño y más robusto, y el zorro chilla (Lycalopex griseus), más pequeño y adaptable. Ambos desempeñan un rol fundamental como controladores de roedores y carroñeros. Es posible verlos cruzando caminos en la madrugada o al atardecer, especialmente en zonas de menor cobertura boscosa.


La guiña: el felino más difícil de ver

Entre los depredadores más enigmáticos del parque se encuentra la guiña (Leopardus guigna), un pequeño felino silvestre endémico de Chile, también conocido como kodkod. Es solitario, nocturno y extremadamente esquivo, lo que hace que su avistamiento sea un verdadero privilegio. Se alimenta de aves, reptiles y pequeños mamíferos.


El coipo: vida en los humedales de altura

En los sectores húmedos, como la Laguna La Totora, se puede observar ocasionalmente al coipo (Myocastor coypus), un roedor semiacuático que habita cerca de cuerpos de agua dulce. Su presencia en la reserva es importante, ya que contribuye al equilibrio de los ecosistemas de humedal y es un bioindicador de la calidad del agua.


Murciélagos, roedores y marsupiales

La reserva también alberga especies de murciélagos insectívoros, esenciales para el control de plagas y la polinización. Asimismo, se han registrado roedores endémicos, como el degú y la laucha andina, y marsupiales como el monito del monte (Dromiciops gliroides), considerado un fósil viviente y emblema de la biodiversidad del bosque templado.


Conservación y observación responsable

La mayoría de los mamíferos de la Reserva Nalcas-Malalcahuello son esquivos y nocturnos, lo que hace que su observación dependa del silencio, la paciencia y, sobre todo, el respeto. Es fundamental no dejar basura, no alimentar fauna silvestre y seguir siempre los senderos habilitados. Cada encuentro, incluso con sus huellas o rastros, es una oportunidad para reconectar con lo salvaje.


Visitar la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello no es solo caminar por paisajes asombrosos, sino también entrar en un territorio habitado por especies únicas, silenciosas y resilientes. Mamíferos que nos recuerdan que la vida silvestre sigue latiendo en los rincones más australes de la cordillera andina.

Scroll al inicio