Laguna La Totora

Longitud: 2 km (ida y vuelta)
Tiempo de recorrido: 30 a 45 minutos
Intensidad: Fácil
Cotas de altura: Desde 920 a 950 msnm

Comenzar la caminata hacia la Laguna La Totora es sumergirse de inmediato en un bosque nativo dominado por coigües, robles y jóvenes araucarias que brotan entre helechos y líquenes colgantes. El sendero parte desde un pequeño acceso habilitado por CONAF, bien marcado y sin grandes exigencias físicas, lo que lo convierte en una experiencia accesible para todo tipo de visitantes, incluidos niños y personas mayores.

A medida que avanzas, los sonidos del bosque se vuelven protagonistas. El crujir de las hojas secas bajo los pies, el canto de las aves y el suave susurro del viento entre los árboles crean una atmósfera serena y profundamente envolvente. No hay apuro: este es un sendero para observar, escuchar y conectar.

En menos de media hora, el camino se abre hacia un pequeño claro donde aparece la protagonista de esta travesía: la laguna La Totora. Un cuerpo de agua rodeado de vegetación densa, donde crecen las plantas acuáticas que le dan su nombre. La laguna refleja el cielo y las copas de los árboles como un espejo natural, y a su alrededor es posible avistar aves como el pato jergón, la tagua o el pato real. En ocasiones también se deja ver el escurridizo coipo, nadando en silencio entre los juncos.

Este rincón es ideal para detenerse un momento, respirar profundo y simplemente observar. No está permitido bañarse, lo que ayuda a conservar este delicado ecosistema. Es, más que un destino, un lugar de contemplación, donde el visitante se convierte en parte del paisaje.

El retorno se realiza por el mismo sendero, cerrando una caminata corta pero muy significativa. La Laguna La Totora es la puerta de entrada perfecta al universo natural de Malalcahuello: una muestra de la biodiversidad y tranquilidad que ofrece la cordillera andina de La Araucanía.

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